viernes, enero 21, 2011

ARGENTINA, EL VIAJE SOÑADO: BUENOS AIRES

Martes 28 Diciembre
Argentina es un destino con el que llevábamos soñando muchísimo tiempo, y por fin después de esperarlo durante algunos años y llevar varios meses preparándolo llego el día de salir rumbo a Argentina para pasar allí dos semanas visitando Buenos Aires, Península Valdés, Ushuaia, El calafate e Iguazú.
Nuestro avión salió el 27 de diciembre a las 22.26 horas del aeropuerto de Barajas y tras un viaje de 12 horas, en el que conseguimos dormir mas de lo que esperábamos, como unas 7 horas, llegamos al Aeropuerto internacional Ezeiza.
En el aeropuerto a la llegada, y tras recoger nuestras maletas, nos dirigimos al Banco de la Nación que hay en el Hall principal del aeropuerto (no en las casas de cambio que hay donde se recogen las maletas, porque el cambio es mucho peor) para cambiar los euros que llevábamos por pesos, el cambio está bastante bien ya que nos los cambian a 5,24.
En ese momento ya nos estaba esperando Ariel, nuestro guía argentino. Allí conocimos a los que serian nuestros compañeros prácticamente todo el viaje, un matrimonio Valenciano con una niña, y otra familia con 4 hijos, todo chicos.
Rápidamente metemos nuestras maletas en un autobús y nos dirigimos a nuestro hotel, el Sheraton Park Tower, justo enfrente de la torre de los ingleses. El hotel nos gusto bastante, la habitación grande y cómoda, el desayuno rico, variado y abundante y el personal muy amable. Mientras esperamos a que la habitación estuviera lista, nos cuenta Ariel en qué consistirá nuestra excursión del día siguiente.
Subimos a la habitación sobre las 10 de la mañana; nos cambiamos y salimos a andar. Nos dirigimos hacia el centro y decidimos ir a recoger las entradas para el espectáculo de Tango Porteño, que habíamos comprado por internet, para el día siguiente y que teníamos que recoger con antelación.
Empezamos a pasear por la calle Corrientes, que es la calle donde se concentran la mayor parte de los teatros de la ciudad, y decidimos reponer fuerzas en Martínez una de las muchas confiterías que encontramos donde nos tomamos un batido de frutillas (fresas) y un café granizado con nata (estilo Starbucks) en Martínez, ambos buenísimos y acompañados de una media luna (Croissant) que nos sabe a gloria, estaba realmente deliciosa. Después de reponer fuerzas seguimos paseando por la calle Florida, la calle peatonal más famosa de B.As., abarrotada de gentes, de tiendas y de vendedores ambulantes,



y nos dirigimos hacia el 1133 de la calle Sarmiento, donde teníamos que recoger las entradas para el espectáculo de Tango .En el trayecto nos encontramos por primera vez con el famoso obelisco de la avenida 9 de julio,
según dicen “los Porteños” la avenida mas ancha del mundo (140 metros de ancho). El Obelisco, símbolo de Buenos Aires y Monumento Histórico Nacional, fue erigido en 1936 para celebrar el cuarto centenario de la primera fundación de la ciudad.
Después de recoger las entradas continuamos paseando hacia la plaza de Mayo, donde se encuentra el Cabildo histórico, la Casa Rosada (donde reside el Poder Ejecutivo de la Nación),


la Catedral Metropolitana, el edificio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la casa central del Banco Nación. Sin duda el que más destaca entre todos ellos es la Casa Rosada debido a ese color tan peculiar que tiene, es una pena que sea martes porque solo se puede visitar los fines de semana. En el centro de la plaza de mayo, junto a la pirámide del mismo nombre, vemos unas pancartas reivindicativas a cerca de la guerra de Las Malvinas. En el suelo también vemos pintado el símbolo de las famosas Madres de la Plaza de Mayo, su característico pañuelo blanco.


En esta misma plaza también está la Catedral Metropolitana, su fachada más parece un templo griego que una iglesia cristiana. Entramos a verla por dentro y salvo la tumba del General San Martin no hay nada que nos llame especialmente la atención. Al salir, a nuestra derecha nos encontramos el Cabildo Histórico, al que no entramos.
Subiendo por la Avenida de Mayo nos dirigimos al café Tortoni a recoger también las entradas para el espectáculo de esa noche que nuestro guía se había encargado de reservarnos.
De nuevo seguimos paseando por la calle Florida para ver el gentío y los vendedores ambulantes de artesanía, y pronto empiezan las primeras compras. Allí en la esquina con Corrientes tomamos un taxi (son bastante baratos y los hay a miles) para que nos lleve a la pizzería Guerrin (que recomendaban en el foro de viajeros). Nos pedimos una fugazetta (es el nombre que se le da en Argentina a la pizza de cebolla. Puede también llevar queso pero no mozzarella), no está mal, pero tampoco la mejor del mundo como reza en el titulo de la puerta.
De allí al hotel a intentar descansar un poquito; con el calor que hacía y el jet-lag que arrastrábamos no nos quedo mas remedio.
Tras el descanso, a las 16.30 ya estamos en la plaza del General San Martin esperando al free tour. Nuestra guía fue Cecilia, que fue muy amable e hizo el recorrido muy entretenido e interesante, y a pesar de que el tour era en ingles no me costó mucho esfuerzo entender lo que decía. Empezamos en la plaza de San Martin, rodeada de algunos palacetes bastante interesantes y del edificio Kavanagh, que fue el primer rascacielos de Sudamérica. En el centro se encuentra el monumento al General San Martin.
En uno de los extremos de la plaza,cerca de la torre de los ingleses,

se encuentra el monumento a los caídos en la guerra de las Malvinas.
El tour continua por la Recoleta, en este barrio gran parte de los edificios son de estilo francés,los materiales franceses con los que están construidos llegaron a Argentina en los mismos barcos en que el gobierno Argentino enviaba alimentos a Europa después de la II guerra mundial, a la vuelta venían cargados de todo aquello que se necesitaba para construir y decorar estos edificios. Una de las calles mas interesantes es la calle Alvear, la única de toda la ciudad que tiene un trazado curvo. Continuando el paseo por la Recoleta pasamos por la Plaza de Cataluña, con su fuente de Canaletas, la embajada de Francia,la Embajada del Vaticano, el solar que ocupo la Embajada de Israel, y que sufrió un atentado en 1992,
y para terminar llegamos a la Plaza de Francia,
que al anochecer las basuras campan a sus anchas por la avenida de Mayo, y que el ambiente empieza a ser no muy recomendable.
El espectáculo en el Tortoni nos gusta: música en directo con una pequeña orquesta, un grupo de baile y algunos cantantes de Tango, hacen un espectáculo correcto pero sin demasiadas pretensiones.
Al acabar nos marchamos, en taxi, hacia el hotel, había sido un día muy largo y estábamos agotados.
Miércoles 29 Diciembre
Tras desayunar en el hotel nos vamos de excursión, la teníamos incluida en el viaje que habíamos contratado. El autobús primeramente se dirige hacia la zona noroeste, y desde el autobús vamos viendo la embajada de España, el jardín japonés (solo desde fuera), “El torso masculino” de Botero, la “Floralis Generica” y algunos museos, pero todos los vemos por fuera. Algo que nos llama la atención es el gran número de paseadores de perros que vemos, parece que es una profesión en auge en esta ciudad.
Volvemos a pasar por la plaza de Francia, corazón de la Recoleta, y por la Calle Alvear, aunque esta vez en bus.
Seguimos hasta la avenida 9 de julio, y de allí al obelisco para bajar en diagonal a la plaza de Mayo, donde hacemos nuestra primera parada del día, 20 minutos en medio de un tumulto importante. Aprovechamos para comprar algunos souvenirs.
De allí nos dirigimos hacia el barrio de Boca, antiguo barrio de emigrantes italianos, pero ahora eminentemente turístico. En el trayecto sufrimos nuestro primer atasco. Primero vamos hacia la zona de Caminito donde encontramos una de las imágenes mas conocida de Buenos Aires:
casas de chapa de todos los colores, que albergan numerosas tiendas de artesanías varias y restaurantes donde tomar algo mientras que se disfruta de los acordes de un tango de los numerosos artistas callejeros.
El problema es que hay tanta gente y tenemos tampoco tiempo para verlo que decidimos volver al día siguiente para verlo con mayor tranquilidad. Nuestra siguiente parada es el campo de futbol del Boca Juniors, que solo vemos por fuera, no nos atrae mucho la visita al estadio. De allí hacia Puerto Madero, y desde el autobús podemos ver uno de los contrastes de esta ciudad: decenas de chabolas (creo que aquí les llaman “Villas Miseria”) prácticamente al lado de los rascacielos y de los mejores restaurantes de la ciudad. Puerto Madero es el barrio mas joven de la ciudad, esta sobre el antiguo puerto de Buenos Aires, de ahí su nombre, donde los antiguos tinglados fueron reciclados como edificios de apartamentos, oficinas, lofts y restaurantes bastante interesantes. En el centro se puede ver el Puente de la Mujer diseñado por Calatrava. En las aguas de Puerto Madero aun se pueden ver algunos barcos, la fragata Sarmiento, antiguo buque escuela y la Corbeta Uruguay, además de pequeños barco de recreo. Es una zona muy tranquila para pasear y por la noche tiene bastante ambiente. La excursión término en las Galerías Pacífico, un elegante centro comercial, que a la hora en la que las visitamos están abarrotadas de gente, ultimando las últimas compras para Nochevieja supongo. En estas galerías los precios son prácticamente europeos, por lo tanto no asequibles para la mayoría de porteños. Realmente es un centro muy bonito, la bóveda central está adornada con pinturas al fresco. Nos llama la atención ver a Los reyes magos y el árbol de Navidad en un ambiente estival. Tomamos un taxi para ir hacia la zona de Recoleta para comer algo y luego visitar su cementerio. La mayoría de los taxistas con los que hemos viajado han sido muy amables y comunicativos, enseguida te preguntan de dónde eres y te cuentan que ellos también tienen algún ascendiente español. Intentamos buscar un sitio para comer. Andamos arriba y abajo mirando los menús, y como no teníamos mucha hambre, al final nos decantamos por la Biela, justo en una esquina de la aplaza, para tomar 2 ensaladas de atún, a un precio desorbitado cada una (74 pesos, casi 15 euros) bastante mas de lo que eran los menús completos de los sitios aledaños de carne, la verdad es que no nos gusto nada este sitio, además no había aire acondicionado y pasamos un calor infernal.
Al acabar entramos a ver el cementerio de la Recoleta, la entrada es gratuita y está abierto hasta las 6 de la tarde. El cementerio fue inaugurado en 1822 y está considerado el monumento histórico-artístico más relevante del país. En el están enterrados los protagonistas mas importantes de la historia Argentina, siendo una de las tumbas mas visitas la de Evita Perón. La mayoría de los mausoleos están decorados con mármoles, bronces y esculturas de muy diferentes estilos, con autenticas obras de arte. La verdad es que es bastante impresionante. Al acabar la visita nos vamos a buscar la librería “Ateneo”, en el 1800 de Santa Fe. Esta considerada la segunda librería mas bonita del mundo, y realmente nos gusta bastante, está situada en un viejo teatro y conserva toda su fisonomía: el escenario, donde ahora hay una confitería, los palcos, donde los clientes se pueden sentar a leer, y el patio de butacas y el hall de entrada donde ahora se encuentran las estanterías repletas de libros. Como no habíamos comido mucho empezábamos a tener hambre y al ver un local de Havanna no nos lo pensamos y entramos a tomarnos unos alfajores de chocolate y granizados de café y de con chocolate y crema.
De allí y para quemar las calorías que nos habíamos metido en el cuerpo decidimos empezar andar por la calle Santa Fe hasta el monumento a San Martín y de allí al hotel.
Tras descansar otro ratito nos arreglamos ya que a las 9 vienen a buscarnos para ir al Tango porteño,
la entrada al espectáculo incluye el transporte hasta el local, que está situado en la Avenida 9 de Julio, junto al obelisco. Al llegar vemos un montón de gente, sin duda esta al completo. El espectáculo nos parece muy bueno, sin duda mucho mejor que en el Café Tortoni, aunque realmente no son comparables. Aquí el escenario es mucho más grande, con bastantes cambios de decorados, muchos más artistas y una orquesta bastante importante, da ganas de ponerse a bailar, lastima de no saber cómo hacerlo.
Son casi las 12.30 cuando llegamos al hotel, y hay que descansar que mañana nos quedan muchas cosas por ver.

Jueves 30 de Diciembre
Empezamos el día, tras desayunar en el hotel, Tomando un taxi rumbo a la plaza de Mayo, para empezar el camino por la calle Defensa hacia el barrio de San Telmo con el objetivo de llegar a la plaza Dorrego. El barrio de San Telmo muestra las raíces mas profundas de Buenos Aires, lo que se aprecia muy bien en la arquitectura de sus casas bajas y sus rejas de hierro. En nuestro camino nos vamos encontrando La iglesia de San Ignacio, la más antigua de Buenos Aires,

la imponente basílica de Santo Domingo, con el mausoleo del General Belgrano. A pesar de que son ya casi las 10 de la mañana parece ser demasiado pronto y todos los comercios de la zona están cerrados. Llegamos hasta la puerta del mercado de San Telmo; entramos pero la mayoría de los puestos están cerrados, aunque algunos puestos de comida ya tienen bullicio y hay gente comprando. Volvemos a salir hacia la calle Defensa, y de allí a la plaza Dorrego.
Llegamos al café del mismo nombre y nos gusta tanto, con su aire tan antiguo y decadente, que a pesar de que acabamos de desayunar nos tomamos otro café y una Pepsi (Los precios son europeos. Casi 5€ las dos cosas).

Toda la plaza se está desperezando aun; aunque hay algunos puestos, son los domingos cuando realmente hay un mercadillo en esta plaza.
Damos una vuelta a la plaza viendo los puestos de artesanía en los que venden cuadros, pulsera, etc., pero no compramos nada, porque no queremos andar todo el día cargados con las compras.
Después de recorrer algunas de las calles de este histórico barrio, que poco a poco iban despertando y llenándose de bullicio, decidimos irnos otra vez a la Boca. Afortunadamente hay muchísima menos gente que ayer y podemos verlo todo de nuevo pero mucho mas tranquilos. Incluso descubrimos cosas que no habíamos visto ayer al haber tanta gente.
Dudamos si quedarnos a tomar algo en uno de los bares de la zona, algunos de ellos con tango en directo, pero al final decidimos irnos hacia la zona del teatro Colon para verlo por dentro. Fue un error, nosotros creíamos que había visitas guiadas al teatro y resulta que ni siquiera se podía visitar por dentro.
Decidimos ir a comer a un sitio que nos había recomendado un amigo y que no quedaba muy lejos de allí, entre Talcahuano y Paraguay en busca del Cuartito. Ahora sí que acertamos, conseguimos llegar justo antes de que se inunde de gente, pedimos la pizza Cuartito que lleva de todo, incluido huevo frito y empanadas, resulta ser demasiado pero nos apetecía probarlas. El ambiente es curioso, un local bullicioso, abarrotado de gente, servida por pocos camareros, por lo que el servicio resulta un poco lento, pero fue muy agradable.
A la salida decidimos ir hacia Puerto Madero, ya que solo lo habíamos visto desde el autobús, y decidimos pasear un rato para poder apreciarlo mejor, y fotografiarlo a gusto.

Disfrutando de las vistas, de la luz, y observando a las gentes que pasean junto a nosotros pasamos un rato muy agradable, en el que también descansamos un ratillo en uno de los bancos del paseo. Terminamos en el extremo del dique 1, pasando al otro lado por la pasarela que se levanta para el paso de los barcos, como comprobamos en persona mientras nos toca esperar a que el puente baje y podamos pasar al otro lado.
De allí nos vamos al hotel, tras mas de 7 horas desde que salimos estamos bastante cansados. Sin embargo aun nos queda ganas de ir un ratito a la piscina a darnos un bañito y echar una cabezadilla en las hamacas de la terraza del hotel. Al volver a la habitación nos ponemos a hacer las maletas, antes de arreglarnos para ir a cenar ya que mañana vienen muy pronto a buscarnos para ir al aeropuerto.
Se hace la hora de cenar y esta noche tenemos reserva en las Cabañas de las Lilas, restaurante muy recomendado por amigos y foros. Al llegar vemos que el local está a tope, imposible ir sin reservar. Enseguida nos llevan a nuestra mesa, el servicio es muy rápido, no han pasado ni 20 minutos desde que llegamos y ya hemos tomado el aperitivo y los entrantes; y las dos carnes, que hemos pedido de segundo plato, baby beef de 500grs y el ojo de bife de chorizo, nos llegan casi antes de que acabemos con los entrantes.
Realmente la carne está muy buena, hace honor a la fama que le precede, tierna y muy jugosa, a pesar de que eran piezas bastante grandes conseguimos acabar con ellas.

Rematamos con los postres, panqueque relleno de dulce de leche, para mí, y hojaldre con chocolate blanco y dulce de leche para mi marido. Todo buenísimo.
Decidimos paseando hasta el hotel para bajar la cena mientras vamos observando la cantidad de gente que hay en los restaurantes de Puerto Madero.
Llegamos y a la cama rápido tras ordenar las poquitas cosas que nos quedan, porque en menos de 5 horas nos toca levantarnos.