domingo, marzo 06, 2011

TERCERA ETAPA VIAJE ARGENTINA: USHUAIA

Lunes 3 de Enero
Nuestro primer día en Ushuaia empezó pronto ya que a las 8.15 venían a buscarnos para llevarnos al Parque Nacional de Tierra del Fuego.La primera parada de nuestra excursión fue en el tren del fin del mundo.Nosotros decidimos no subir ya que yo había leído en algunos sitios que no merecía mucho la pena, así que subimos andando por unas pistas de tierra, pero lo peor fue el polvo que levantaban los coches que pasaban a nuestro lado, gracias a que nuestra guía paso por allí con el autobús y nos paro hicimos el resto del camino en el autobús, hasta llegar al mismo lugar a donde llegaba el tren, de hecho llegamos mucho antes que el tren, estuvimos paseando por allí, buscando la vía para ver como llegaban en él nuestros compañeros de excursión que sí que lo habían cogido,
salvo por lo del polvo el paseo fue muy agradable.

Volvimos de nuevo al bus para seguir parque adentro hasta la bahía Pataiala, donde después de andar un poquito y subir a un mirador pudimos quedar impresionados por la belleza del entorno.
Proseguimos por el parque hasta llegar a un lago, a cuyas orillas había gente acampada y haciendo barbacoas, aunque el día no era precisamente muy agradable, estaba nublado y amenazaba lluvia como finalmente ocurrió por la tarde.A pesar del mal tiempo las vistas desde el lago nos parecieron preciosas.
Al finalizar esta excursión nuestra guía nos llevo al centro del puerto para que canjeáramos los vouchers y pagáramos las tasas de embarque (7pesos) para el mini-crucero que íbamos a hacer hasta el faro del fin del mundo.
En la oficina de turismo que hay al lado nos sellaron los pasaportes para que quedara constancia de que habíamos llegado a la ciudad más meridional del mundo. Después de esto nos paso una cosa curiosa, empezamos a buscar una cantina, un sitio para comer pescado que nuestra guía nos había recomendado, y como no lo encontrábamos preguntamos a los lugareños con los que nos cruzábamos y cada uno de ellos nos daba indicaciones contrapuestas unas de otras, ninguna coincidía. Llegamos a la conclusión de que nunca te dicen que no saben donde es lo que buscas. Después de comprobar lo difícil que puede sacar información fidedigna decidimos entrar a un Irish Pub, que hay en la calle San Martín y que tenia de todo, donde nos comimos unos sorrentinos (como raviolis grandes) de centolla con salsa de centolla que estaban buenísimos.
Después de comer nos fuimos otra vez para el puerto para embarcar, y llegar hasta el faro, lástima que el cielo estaba muy oscuro y no paraba de llover, lo cual iba a desmerecer mucho la excursión.
Primero pasamos por la isla de los lobos, en la que tuvimos la suerte de ver desde muy cerca a los lobos marinos ya que el barco se pudo acercar mucho a ellos.
Luego pasamos por la de los cormoranes y por último llegamos a la del faro del fin del mundo, según dicen los argentinos, pero el autentico esta en Chile.
El frío y la lluvia desmerecieron bastante todo el viaje.
Al finalizar la excursión compramos algunos souvenirs en una tienda de la calle San Martín, y con lo que estaba lloviendo decidimos tomar un taxi e irnos para el hotel. Esa noche cenamos en el restaurante del hotel: Ensalada y consomé de primero; y de segundos pimiento relleno de merluza y langostinos para mi, y lubina para mi marido. De postre compartimos unas trufas con espuma de naranja, todo estaba buenísimo y el servicio fue estupendo. Después nos fuimos prontito a dormir.
Martes 4 de Diciembre
Por fin un día en el que no teníamos que madrugar ya que no teníamos programada ninguna excursión para esa mañana. Al despertarnos vimos que el día había amanecido mucho mas despejado que el día anterior lo que nos dejaba ver una bonita vista desde la ventana de nuestra habitación.Tras desayunar tranquilamente hicimos las maletas y fuimos a hacer unas compras que nos quedaron pendientes el día anterior por culpa de la lluvia.
Al pasar por delante de la oficina de turismo se nos ocurrió entrar a preguntar si había algo interesante que hacer en el tiempo que nos quedaba antes de ir al aeropuerto. Entre las cosas que nos dijeron nos comentaros que podíamos subir al glacial Martial.
No nos lo pensamos dos veces y tomamos un taxi hasta donde está el telesilla al pie del glacial, nos costó casi 30 pesos.
Ya desde la subida en el telesilla los paisajes y las vistas eran inolvidables. Pasamos algo de frío subiendo en la silla con un amago de llovizna al final, pero sin duda mereció la pena.
No llegamos a subir hasta el mismo glacial pero llegamos cerca, no es que la subida fuese muy dificultosa pero es que no llevamos ni calzado ni ropa adecuada, y nos daba miedo que nos llevara demasiado tiempo subir y bajar y que cuando viniesen a buscarnos al hotel para llevarnos al aeropuerto aun no subiésemos llegado.Pasamos un rato muy bueno rodeados de naturaleza, agua, y unas vistas increíbles.
Al bajar del telesilla decidimos no coger un taxi y bajar andando hasta nuestro hotel, un paseo de 45 minutos cuesta abajo. Llegamos algo cansados pero muy satisfechos.
Al poco de llegar vienen a buscarnos para llevarnos al aeropuerto. En esta ocasión no nos dejan llevar equipaje de mano y tenemos que facturar todas las maletas por lo que vamos mucho más ligeros.

Los vuelos con llegada y salida del calafate son sin duda los que mejores vistas tienen de todo el recorrido, sin duda hay que procurar hacerlos en asientos con ventanillas en el avión, en estas fotos se puede ver Ushuaia desde el aire

Y el estrecho de Magallanes.
Tras un vuelo de menos de 60 minutos llegamos al Calafate. EL descenso es un tanto abrupto, pero llegamos bien.
El aeropuerto esta orillas del lago Argentino, nos llama la atención su color verde típico de los sedimentos que le llegan por la erosión de los glaciares.
En cuanto llegamos al hotel, a media tarde más o menos, dejamos la maleta y nos vamos a El Calafate a conocer la ciudad.
El Calafate es un pueblo muy turístico y bastante agradable, prácticamente en solo una calle se sitúan todos los restaurantes y tiendas. Paseamos por la calle comercial buscando un sitio donde comprar comida, ya que nos han recomendado que para la excursión de mañana llevemos algo porque durante la misma no vamos a encontrar ningún sitio donde comprar comida, compramos unas empanadas en un horno atraídos hasta allí por el agradable olor que salía del establecimiento. Para cenar buscamos un sitio que nos habían recomendado unos chicos españoles que habíamos visto esa mañana, cuando estuvimos en el glacial Martial. Nos habían comentado que habían encontrado allí el mejor cordero que habían comido en todo su viaje por Argentina. El sitio se llamaba Ricks, la verdad es que el restaurante era bastante normalito, pero el cordero realmente estaba buenísimo. Cuando llegamos el restaurante estaba lleno de gente, y conseguimos mesa de casualidad, es como aquí llaman de tenedor libre para el primer plato, y la carne te la sirven en la mesa. En total fueron 170 pesos los dos.
Después de cenar volvemos al hotel, ya que aun nos quedaba deshacer las maletas antes de irnos a dormir.